La Música y Su Importancia

La música es el mayor elemento emotivo de la religión. Los cantantes y músicos son los que más influencian a las personas sin que ellas se den cuenta. La predicación impacta; la música constriñe. Aunque el ministerio de la palabra por menudo toca sólo al corazón, el ministerio de la música siempre tocas todas las facultades del hombre (mente, corazón y cuerpo). La música encanta a los hombres: atrae a los ángeles y hace temblar a los demonios. La Santa Biblia en S. Mateo 26:30 habla que después de la santa Cena Jesús y sus discípulos cantarán un himno, saliendo entonces para el monte de los Olivos. Este hecho tiene tres lecciones. 1. La primera es que Jesús incluyó la música en su ministerio; 2. La segunda ella es una fuente de fortalecimiento espiritual ante probaciones; 3. La tercera es que encuentra su ponto máximo de expresión cuando ejecutada por un grupo, no individual. Para alcanzar eses retos debemos adoptar criterios en la producción de himnos. Deben ser cantables, ser fáciles de aprender, su altura debe ser alcanzada por todos y cómodo a la congregación. La música y el texto deben coincidir y por último es “importante utilizar los himnos para las ocasiones apropiadas con el propósito de lograr mayor efectividad en su uso”. (Basado en texto de Música Sacra, Teología 1 ano, UAB, pág. 51.) Siguiendo estos criterios su iglesia se tornará viva, explosiva y alegre. Los himnos pueden hacer un cambio radical en el comportamiento de los cristianos, pero su efecto también se manifiesta con toda una comunidad de creyentes. Yo ya he leído que la manera como la Iglesia canta es un indicio de su reracionamiento con el Señor. Muchos hablan que una congregación que alaba a Dios con fuerza y entusiasmo, está desposta a predicar el evangelio de Dios. Se es verdad que nuestros canto debe aproximar a dos “ángeles”, deberíamos entrenar para tenernos al menos el preparo de los músicos seculares. El asunto es que muchas veces nosotros condenamos a los cantantes, compositores y instrumentalistas “mundanos” sin darnos cuenta que ellos tiene mucho más interese que nosotros. Un día el pastor Ivancy Araújo (departamental de Jóvenes de Ecuador) dice que “nosotros no somos profesionales, pero debemos actuar con más profesionalismo”.