Basado en la lección de la Escuela Sabática
“Ya al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mat. 9:36).
Jesucristo é la personificación del amor de Dios. Él vino a la tierra para aclarar para todos los corazones quién, verdaderamente é Dios. Siempre intentó mostrar a la gente (ricos y pobres, cultos y ignorantes…) el grande y infinito amor de su Padre. En Jesús nosotros podemos mirar un Dios compasivo, que siente compasión del ser humano. En tres anos e medio Jesús hijo o que los patriarcas intentarán en cuatro miles anos del antiguo testamento, mostrar que Dios é bueno para sus criaturas.
El amor de Jesús, definido pro la Santa Biblia como compasión (Ver Mat. 9:36; Mar. 8:1 al 3) fue manifestado para todos los seres humanos. Algunos grupos especialmente fueran, en la tierra, objeto de su amor. Como ejemplos podemos citar: La mujer sorprendida en adulterio (Juan 8:2-11); Los niños (Mat. 19:13,14), la familia de Lázaro (Juan 11:5), sus enemigos (Mat. 5:44) y finalmente todo Isarel (Mat. 23:37).
Cada grupo representa un poco de nosotros. Como la mujer pecadora, muchos de nosotros somos condenados por los otros. No sabemos como salir de la llama del pecado, más Jesús con cariño nos acepta y nos pede que no “pequemos mas”. Como los niños somos muchas veces repelidos por las autoridades religiosas o los sabios de este mundo, pero Jesús habla claro que nadie debe nos impedir de ir a Él. Muchas veces hay cosas que nos impiden de ir a Jesús, sea nuestra familia, nuestros amigos… Más cuando queremos todo esto é quebrado por la mano poderosa de Cristo. La familia de Lázaro fue bendecida por Cristo. Nuestra también o puede. Se clamamos a Él seremos escuchados. Somos por el pecado enemigos de Dios, pero Jesús é la soga, la ponte, que nos ata de nuevo al cielo. Como pueblo de Dios somos llamados a vivir vida santa (I Ped. 2:9). Pero mismo cuando hemos cometido pecado somos mirados como pueblo escogido de Jehová y perdonados, recibiendo la misericordia divina cada día.
Él amor de Jesús é la mayor motivación para vivir la vida cristiana. Cuando descubrimos y entendemos ese amor nos damos cuenta que é fácil practicar o que Él nos pede.
Quizás nosotros hoy día posamos conocer la profundidad desee amor. Un amor que murió por los pecadores. Hasta por los que no se are penden. Un amor que viaja miles de kilómetros desde el cielo hasta la tierra para redimirnos. Un amor que ultrapasa todas las barreras, sean ellas lingüísticas, culturales, étnicas o cualquiera otras. Un amor que rompe la velocidad da luz (300 mil kilómetros por segundo) para llegar al corazón del pecador cuando este habla con Dios. Un amor capaz de todas las cosas. Posibles y imposibles. Capaz de se olvidar del dolor, del cansancio, de lo sufrimiento para salvarnos. Un amor indescriptible y incomprensible. Amor descrito en I Corintios 13:1-13. Abajo hay una parafrasee de esto texto:
El amor de Cristo é sufrido, es benigno; el amor de Cristo no tiene envidia, el amor de Cristo nos jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticias, mas se goza de la verdad. Todo sufre, todo lo cree. Todo lo espera, todo lo soporta. El amor de Cristo nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará menos el amor de Cristo por nosotros… Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor de Cristo, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor de Cristo.
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